23 mar 2008

En la sombra

En este artículo, pienso poner el nombre de algunos jugadores nacionales de rendimiento aceptable y con posibilidades de evolución, pero que todavía pasan un poco desapercibidos para los medios y en el mundo del basket en general. Esto lo hago con el sentido de mirar un poco a los jugadores nacionales que hay de calidad, al margen de los más contrastados, que todavía no han terminado de mostrar su mejor cara, pero con probabilidades de futuro en convertirse en alternativas para la selección nacional, que a fin de cuentas es quien representa al basket español internacionalmente y expone el nivel al que nos encontramos. Este pequeño estudio lo haré en varias tandas de jugadores. Me centraré en jugadores con cierta juventud, en proceso de madurez o en actual explosión y sobretodo con una trayectoria corta en la ACB. Descartaré otros jugadores jóvenes, pero con sobrada experiencia en la categoría como Andrés Miso, Roberto Guerra o Rafa Martínez. Los primeros que he elegido son los hermanos Urtasun, Víctor Sada, Jordi Grimau, Saúl Blanco y Nacho Martín.

Hermanos Urtasun (Alex y Txemi, Pamplona, 30/04/1984)

Estos dos hermanos gemelos navarros formados en la cantera del siglo XXI del País Vasco han tomado cierta relevancia en la ACB en las dos últimas temporadas, asentándose en la competición y demostrando buenas aptitudes en esto del basket. Empezaremos hablando de Txemi, escolta de 1.93 (al igual que su hermano) con buena presencia física, rapidez y fortaleza. Tras unos años a buen nivel en LEB, dio su paso a la ACB la temporada pasada en el Bruesa de San Sebastián haciendo una temporada bastante regular que le permitió fichar este año por Estudiantes, el cual lo traspasaría a mediados de temporada al León, donde hasta ahora se ha confirmado como un jugador muy sólido (6.3 pt por partido en 16 min). Sus puntos fuertes son la penetración, el triple en estático y una muy buena defensa. Debe mejorar otras facetas como el pase o el rebote.
Por otra parte su hermano Alex, ha llevado una progresión bastante similar a la de Txemi, formados en la misma cantera, ha pasado gran parte de su carrera cedido en equipos de LEB donde ha forjado un status de escolta de prestigio. Físicamente es inferior a su hermano, ya que es más delgado, pero a su vez es más habilidoso, ágil y con mejor control de balón. Su defensa no es mala, aunque destaca especialmente en el tiro en movimiento, su mejor arma. Su último año en LEB, en Cantabria le supuso un gran paso adelante en sus aspiraciones y esta temporada, por fin, el club que lo tiene en propiedad hace ya años, el Pamesa Valencia, se decide a darle una ficha, o lo que es lo mismo, una oportunidad de demostrar su talento. Por ahora ha aprovechado bien los pocos minutos que tiene (8 min por partido), aunque sus guarismos sean bastante bajos. Es un jugador que puede cambiar el ritmo de los partidos y ayudar en momentos puntuales en la anotación. En conclusión una pareja de escoltas jóvenes, pero con un bagaje anterior muy alto, con expectativas de desarrollo por delante que les pueden hacer convertirse en jugadores válidos para cualquier equipo.















Víctor Sada (Badalona (Barcelona), 08/03/1984)

Eterna promesa del FC Barcelona, nunca recibió las oportunidades necesarias para convertirse en un jugador importante del conjunto catalán. Tuvo que salir hace ya dos años de allí y emigrar a Girona donde ha explotado esta temporada de forma soberana. Sada es ante todo un prodigio físico, base alto (1.92 m) de grandes condiciones atléticas, fuerte y ágil, en una combinación de características que lo convierten en un base casi perfecto. Ya en su primera temporada con los gerundenses dio muestras de su calidad y trabajo, pero tenía un par de jugadores delante suya que le restaban minutos, por lo que no pudo exhibir todas sus capacidades. Su verdadera explosión está llegando en la temporada actual, liderando junto a Marc Gasol al Girona a conseguir los logros de la clasificación para la Copa del Rey, fase final de la Uleb Cup y la lucha por los play-off ACB. Ahora mismo es uno de los bases más valorados de toda la competición, y de entre los nacionales se puede decir que esta haciendo la mejor temporada junto a Ricky Rubio. Sus números lo atestiguan: 7.3 pt, 4.4 rebotes y 3.5 asistencias en 25 minutos para 11.6 de valoración, por lo tanto hablamos de un base completísimo, que rebotea casi mejor que los aleros de su equipo, dirige a la perfección a su equipo, defiende a un nivel altísimo y además puede anotar con frecuencia. Se puede afirmar que estamos ante uno de los jugadores que está tocando la puerta de la selección, aunque la competencia es muy grande. Aún así tener un jugador en la recámara como Sada es todo un lujo, el cual además todavía es joven por lo tanto, se puede esperar que mejoré un poco más, sobretodo en la consistencia de la anotación. En resumen, una bonita sorpresa para todos la transformación de Sada esta temporada.



Jordi Grimau ( Barcelona, 17/06/1983)

El caso del pequeño de los Grimau tiene cierta semejanza con la de los Hermanos Urtasun, ya que también el catalán tuvo que deambular bastante años por las categorías inferiores de nuestro baloncesto hasta poder encontrar la oportunidad, que este año le han dado. Al igual que sus hermanos, Jordi es un escolta (1.95), que también puede jugar de base, desgarbado y eléctrico, con buenos fundamentos técnicos y excelente tiro. Formado, al igual que Sada, en el FC Barcelona, partió de su ciudad natal a la EBA, para después tener un paso fugaz por la ACB con el Lleida. Posteriormente se asentaría en LEB, jugando a buen nivel tanto en Gijón como en Tarragona. El año pasado participo como cupo en el Tau Vitoria, sin apenas protagonismo. Esta ha sido la temporada de su resurrección como jugador, gracias a la confianza que ha depositado el Manresa en él donde disfruta de 12 minutos por partido en los que colabora con 4.5 pt y 1.4 rebotes. Su status como jugador ha subido notablemente y es junto con Espil, el encargado de darle descanso a Rafa Martínez. Si mejora algunos aspectos más, como tener más confianza en su juego e intentar arriesgar un poco más, podemos hablar de un escolta más que correcto para la ACB.




Saúl Blanco (Oviedo, 16/05/1985)

El asturiano Saúl Blanco, actual jugador del Fuenlabrada, es una de las sorpresas más agradables de nuestro baloncesto en los últimos dos años. Salió muy joven de su Asturias natal, para formarse en el Centro Siglo XXI tanto de Galicia como del País Vasco, para de ahí partir muy joven al CB Gijón de liga LEB, donde se consagraría como una de las mayores perlas de la cantera española. Esto también lo atestigua su papel en las categorías inferiores de España, donde era un de los jugadores más destacados, especialmente en categoría junior y sub-20. De complexión fortísima, este poderoso escolta (1.94 m), despunta sobremanera gracias a su impresionante capacidad de salto, ya que dispone probablemente de los mejores muelles dentro de los exteriores nacionales. Además es un buen reboteador y defensor, que no descuida para nada el pase, ya que es buen asistente. En sus dos primeras temporadas en Fuenlabrada sorprendió a propios y extraños con su asombrosa capacidad atlética, penetraciones y mates, destacándose como un jugador muy difícil de parar. Esta temporada hemos tardado bastante en verlo debido a una inoportuna lesión a comienzos de la temporada, pero tras su vuelta y algunos partidos de aclimatación a la competición vuelve a ser el mismo del año pasado liderando junto a Marko Tomas la línea exterior del equipo madrileño. Ahora mismo sus estadísticas son buenas con 6.8 pt, 2.8 reb y 1.3 asist para 7.5 de valoración. Yo siempre he pensado que Saúl si tiene madera para ser líder de un equipo, además de que lo veo capacitado para estar en la Selección en algunos años, ya que escoltas tan completos como éste apenas tenemos (la excepción es Rudy). Si a esto le añadimos que desde el año pasado la mejora en su tiro, su gran defecto, esta siendo destacable se puede afirmar que tenemos un diamante en bruto para los próximos años. Juventud, físico y calidad le sobran.




Nacho Martín (Valladolid, 22/04/1983)

Este ala-pívot castellanoleonés es un ejemplo perfecto de como llegar a la ACB, cumpliendo a la perfección todos los pasos necesarios. Su primer contacto con el baloncesto se dio en las canteras del Valladolid y del FC Barcelona. Posteriormente, su carrera se ha desarrollado por algunas de las categorías inferiores del baloncesto español donde el jugador se ha fogueado, primero en LEB 2 con el Badajoz y después en LEB con el Aguas de Calpe y con el Bruesa San Sebastián. Sus buenas actuaciones en estos equipos le permitieron llegar a la ACB de la mano del CB Granada, el cual apostó fuerte por un chico de apenas 22 años. Jugador de aceptable altura para su posición (2.05 m ), disfruta de una gran envergadura y unas condicionas físicas envidiables. Es rápido en todos sus movimientos, ágil, con un dominio del balón increíble para su altura, buen penetrador e intenso defensor. Además es muy polivalente, ya que puede jugar tanto de alero como de ala-pívot sin ningún problema. Puede defender jugadores más altos, gracias a su fibroso cuerpo, anticipación y tempo de salto. Su mayor pero, es sin duda el tiro, donde se mantiene muy dubitativo y la concentración en la cancha, ya que a veces pierde el ritmo del partido y su equipo lo nota. Su falta de tiro exterior, la suele neutralizar gracias a su trabajo e intensidad bajo los aros. Es un buen reboteador ofensivo, aunque también tiene lagunas en este aspecto. Actualmente, está disfrutando de más confianza de su entrenador y dispone de minutos, para al menos demostrar su nivel. 4 pt 2.2 reb., es la producción actual del jugador en 13 minutos por partido, estadística que no esta nada mal cuando tiene por delante varios referentes tanto en anotación como en el rebote. No hay que olvidar, que Nacho, e un jugador muy valorado por la afición ya que cuando juega sale a tope, lo da todo y muchas veces aporta ese plus en defensa que hace falta para ganar los partidos. Su futuro a corto y medio plazo, depende tanto de su mejoría en la anotación como de los minutos de los que disponga. Pero no miento al decir que en nuestro basket poquitos cuatros de esta calidad tenemos, por lo que se hace importante que el jugador tenga una buena evolución.


Con esto acabo, este primera parte de este análisis, que continuaré en unos días.