1 mar 2008
Shaun Livingstone: un hombre sin suerte
Shaun Livingstone es probablemente uno de los jugadores con peor suerte en la NBA. Tras un paso meteórico por el insituto de su ciudad (Peoria, Illinois) y por la afamada universidad de Duke era elegido por Los Angeles Clippers en el cuarto puesto del draft de 2004 con tan solo 19 años. Destacaba exponencialmente como un jugador muy polivalente capaz de jugar en las tres posiciones exteriores, aunque el puesto de base (point guard) es el que mejor se asemeja a sus cualidades técnicas. Prodigio para el control del juego y del balón, más unas capacidades de pase dignas del mejor base se encontró en su contra con un físico demasiado débil para las exigencias de la NBA. Muy alto (2.01), pero demasiado flaco y enclenque (88kg), su cuerpo por ahora no ha sido capaz de aguantar una temporada entera. En las tres temporadas que lleva en la competición ha promediado unos destacables 7.4 puntos, 3.1 rebotes y 4.8 asistencias demostrando habilidades en diferentes características del juego, conformando lo que se antoja como uno de los mejores bases completos del futuro. Su gran problema han sido las lesiones: en su primera temporada sólo pudo disputar 30 partidos, debido a su primera lesión grave de rodilla, cuando se estaba conviertiendo en pieza importante de la rotación de los Clippers. En su segundo año, jugó más partidos pero las recaídas en su rodilla, más otros problemas en el hombro hicieron que sus números cayeran sembrando dudas sobre su rendimiento. El año pasado volvía con energías renovadas, a tope en el nivel físico y esperanzado en cambiar situaciones del pasado. Su nivel se asemejaba e incluso superaba al del base titular Sam Casell, por lo que ambos formaban una muy buena dupla. Toda esta buena sintonía se rompio en Marzo del 2007, cuando en un partido contra los Hornets se lesionó muy gravemente.
La acción fue muy rara, intentando un mate cayo de muy mala manera, con la pierna izquierda muy retrasada, la cual al caer al suelo se le dobló inexplicablemente. Como resultado, una triple fractura de ligamentos en la rodilla que lo dejarán en dique seco durante 1 año. Todavía hoy, no se ha recuperado y no se sabe a ciencia cierta cuando volverá. Lo más triste es que antes de la lesión el jugador estaba promediando sus mejores números, con 9 puntos y 5 asistencias por partidos, además de dar un rumbo nuevo al juego californiano. La esperanza es su edad, todavía es un jugador jóven con una larga carrera por delante, pero hay que ver hasta que punto influenciarán en su juego estas terribles lesiones que por ahora no le han dejao enseñar apenas la calidad que lleva dentro. Los Clippers esperan ansiosos su recuperación y la de Elton Brand, que junto con Chris Kaman, Cuttino Mobley y Coree Maggette podrían conforman un quinteto de lujo para la próxima temporada. Por el bien del basket, que así sea.
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