Prototipo clásico: Jugadores con la clara misión de controlar el juego, repartir la mayor cantidad de asistencias y colaborar en la debida construcción del juego. Suelen ser los bases que menos arriesgan en ataque, pero tienen la capacidad innata de hacer mejores a sus compañeros y tener como obetivo primordial el bien del equipo, antes del bien propio. Un claro ejemplo de este tipo de jugador en la NBA es John Stockton; en Europa estaría el caso del español Juan Antonio Corbalán.

Prototipo de base completo: Son aquellos bases capaces de controlar otros aspectos del juego además del pase. Magic Johnson y Oscar Robertson son ejemplos claro de este tipo de bases, capaces en una mismo partido de anotar más de 20 puntos, recojer 10 rebotes y dar otras 10 asistencias. Tienen la calidad suficiente para anotar como un escolta, repartir asistencias como el mismísimo Bob Cousy, además de rebotear como el mejor pívot. Magic y Robertson, fueron de los pocos jugadores que siendo bases, eran las estrellas de sus equipos y hacían que gran parte del juego girara en torno a ellos. Un caso actual de base completo es Jason Kidd, todo un especialista en triples-dobles, digno sucesor de Oscar Robertson o el griego Dimitris Diamantidis.

Prototipo espectáculo: Aquí entran todos estos bases, especialistas en dar espéctaculo en la cancha. Priman antes que nada el juego en equipo, aunque a veces tienden a jugarse más bolas de las que deben. Son arriesgados, emotivos, frescos y originales, destacando especialmente en las asistencias imposibles. Parecen sacados directamente de una cancha de streetball y muchas veces se agradece que haya jugadores así, que rompan con la monotonía del juego ordenado. Es característico de ellos también, un gran dominio del balón y un físico bastante desgarbado. Su gran problema es la falta de fundamentos técnico-tácticos. Actualmente, en forma, apenas quedan vestigios de estos jugadores. Quizás Delonte West, Sergio Rodríguez o Nate Robinson se ajusten a este estilo. Ya quedan atrás los grandes tiempos de Rafer Alston, Mike Bibby y sobretodo de Jason Williams, el mayor crack en este género en los últimos años.

Bases anotadores: Son bases con alma de escolta, juegan de point guard, pero pocas aptitudes tienen para la creación y distribución de juego, ya que básicamente lo que les gusta es tirar y anotar, o sea, acaparar toda la bola posible. Muchas veces son un lastre para el equipo, mientras en otras son los salvadores en situaciones complicadas. En la mayoría de los casos son reposicionados a la posición de escolta con los años, ya que ahí rinden mejor. Numerosos son los jugadores de este tipo, destacando principalmente Gilbert Arenas en la NBA o Jaka Lakovic en Europa. No hay que olvidarse de Allen Iverson, ya reposicionado al puesto de escolta y probablemente el mejor ejemplo de este tipo de jugador que ha habido nunca.

Otros casos: Aquí entran jugadores no bases, pero con capacidades increíbles para el pase. Yo me quedo especialmente con dos pívots europeos, el lituano Arvydas Sabonis y el serbio Vlade Divac, dos impresionantes jugadores con físicos bastante limitados, que desarrollaron una visión de juego que sorprendía a todos los rivales. Ya se dedicará más tiempo a describir a estos dos portentos del baloncesto.

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