He aquí a los vencedores, una USA que se ha mostrado intratable durante el 90% de la competición y que se la daba por vencedora quizás demasiado pronto. Al final, gran susto que se llevaron en la final, viendose agobiados por la calidad hispana. Pero bueno, como de costumbre, los "neutrales" se ponen del lado del más fuerte y le ayudan descaradamente. La rabia que dió ver a Brazauskas vilipendiando a los nuestros en la final no se olvidará nunca. De todas maneras, se acepta su victoria y superioridad en general, pero que no olviden nunca los que mandan en esto del baloncesto, que este deporte va más allá de lo que dictan los magnates de la NBA.
Poco que decir de España, tras lo comentado en el seguimiento hecho durante los Juegos Olímpicos, la medalla de oro siempre la tendremos en el corazón, pero contra árbitros y los pasos poco se puede hacer. Aún así, este ciclo de jugadores de leyenda quedarán grabados en la memoria por conseguir triunfos que hace no menos de 5 o 6 años eran impensables.
La selección argentina se colgó la presea de bronce, tras un bonito partido contra Lituania. Medalla más que merecida tras un campeonato soberbio, luchando contra las adversidades de su banquillo y la baja de Ginobili en momentos importantes. Como siempre un genial Scola, demuestra su solidez bajo la pintura y el liderazgo que ha forjado con el tiempo. Magnífico también Delfino, ajustando el puesto de alero tras los problemas de Nocioni y dando un aviso de lo que puede ofrecer en Rusia.