¡España jugará la final olímpica! 24 años después, la Selección ha alcanzado el objetivo, el hito buscado desde hace años, y luchará el domingo por convertir la plata que ya posee en un oro difícil, pero que no puede ni debe considerarse imposible.
La Selección España sigue de gesta en gesta. Campeona mundial en 2006, plata europea en 2007 y ahora, oro o plata olímpico. Y como si nada, ya parecemos acostumbrados a semejantes hazañas deportivas, inauditas hace no muchos años. Estos chicos son la leche; su talento y descaro es simplemente indescriptible. ¡Qué buenos son! ¡Y qué bien nos lo pasamos viéndoles ganar y colgarse medallas!
Porque este es un éxito de los grandes; hacía 24 años que no nos subíamos a un podio olímpico, demasiados torneos en los que sufríamos una especie de maldición que nos alejaba de las semifinales, de las medallas. Estamos donde medio mundo sueña estar y donde sólo unos pocos podemos disfrutar.
Y estos chicos lo han vuelto a hacer contra las circunstancias. Si Pau Gasol se perdió la final del Mundial 2006, hoy se vestía de calle José Manuel Calderón, el base y motor de este equipo. Y se le echó mucho de menos, hasta demasiado, pero sus compañeros lograron remar hacia la victoria y dedicarle cada triple anotado con su gesto seña de identidad.
Hubo que sudar y sufrir mucho para ganar a la potente Lituania. Se necesitó de una defensa tenaz (trascendental zona 2-3 mediado el último cuarto) y de un ataque inteligente, buscando a los jugadores interiores hasta derribar, una tras otra, a todas las torres lituanas. Pau Gasol (19 puntos) y Felipe Reyes (13) se hicieron dueños de los tableros y Rudy (18) dio el impulso definitivo en el último cuarto, anotando siete puntos consecutivos.
Ritmo alto, igualdad e intensidad
El partido empezó a ritmo de semifinal olímpica, esto es, con talento, estrellas y mucha intensidad. Si Jasikevicius ponía su parte en los bálticos, España respondía con cinco puntos de Rudy y otros tantos de un inconmensurable Pau Gasol. Los bálticos se cernían sobre él con múltiples ayudas, pero el coloso de Sant Boi y otra canasta elevaba a siete su cuenta y a 15-12 la ventaja española, pese a cuatro puntos seguidos de Kaukenas.
España estaba logrando contener el tiro exterior lituano y, tras un ajustado 21-19 al término de los primeros 10 minutos, empezó a abrir hueco: 28-20. La clave, rápidos contraataques basados en una extraordinaria defensa y el coraje de Felipe Reyes y Marc Gasol, brillantes relevos para Pau.
Lituania apunta, dispara y se adelanta
Pero Lituania, durante varios minutos obligada a jugar al borde de los 24 segundos, encontró la receta para cambiar las tornas del choque: el triple. Fueron unos minutos de exhibición, con Jasaitis como gran protagonista: tres triples suyos, 11 puntos, y otros dos de Ksistof Lavrinovic cambiaron el rumbo del choque: el +8 español se había convertido en –6 pocos minutos después; 36-42. La Selección, muy perdida intentando buscar sin éxito a Pau Gasol y sin muchos más recursos, encontró en el retorno a pista de Ricky Rubio un necesario impulso para llegar al descanso con media sonrisa: 40-42.
España aguanta y empieza a tumbar pívots
El partido trazaba un cauce de igualdad en la reanudación. Lituania sumaba con tiros libres, rebotes ofensivos y dos canastas con adicional del oportuno Robertas Javtokas, mientras que España no lograba encontrar a Pau Gasol ni tampoco un sentido claro a su ataque. La mejor noticia para los nuestros era la acumulación de faltas de la batería interior báltica: Petravicius se puso en cuatro en un abrir y cerrar de ojos, con Javtokas y Ksistof Lavrinovic en tres. Marc Gasol y Felipe Reyes trataban de aprovecharlo ataque tras ataque y su aportación devolvía el mando a España, muchos minutos después: 55-54 a tres minutos del final del periodo. Rudy, entre tanto, se iba al banquillo dolorido por un golpe fortuito en la cara en la lucha por un rebote.
Pero Jasaitis seguía a lo suyo. Retornó a pista mediado el tercer periodo y encestó otros dos triples, llevando a cinco (y 17) su cuenta personal. Sus triples se clavaban cual aguijones y si bien la garra de Ricky Rubio y un mate con adicional lleno de rabia de Pau Gasol llevaban de nuevo la igualdad (62-62), Ksistof Lavrinovic atinaba sobre la bocina de final del tercer cuarto con un tremendo 3+1: 62-66. Tocaba remontar.
La Selección firma un último cuarto plétorico...
Dos alley-oops culminados por Pau Gasol, el segundo con el fundamental premio de la cuarta falta de Javtokas, enmendaban rápidamente el entuerto: 69-69 a 8:55. Las cosas tomaban un mejor cariz: retornaba Rudy, ya recuperado, y Petravicius era eliminado. Butautas, con Javtokas y Lavrinovic con cuatro faltas, recurría a Kleiza en posiciones interiores.
Las cosas habían cambiado. España recurría a una zona 2-3, Rudy machacaba, atinaba con un triple y sacaba del partido a Ksistof Lavrinovic (5ª personal). Quedaban seis minutos, España ganaba por 78-74 y Lituania apenas tenía pívots. Ya sólo quedaban cinco minutos.
¡...y jugará por el oro!
Y más buenas noticias: segunda falta antideportiva de Kleiza, por tanto eliminado. Uno menos (y Lituania con Siskauskas de “4”). España sonreía y entraba en los últimos 3:30 con 81-74 a favor.
Lituania iba a intentarlo hasta el final y con un Jasikevicius todo genio, remaba hasta un 84-81 al entrar en el último minuto. Los tiros libres asentaban la ventaja española y tras un peligroso triple de Jasikevicius (89-86), dos aciertos de Jiménez a 5,8 segundos sellaban la victoria. La final, la medalla, ya estaba en el bolsillo.
Malo de Molina (Acb.com)